TEXTOS

Fragmentos de entrevista a Humberto Díaz, Álvarez, Andrés.

(...) Tales from fhe New World incluye la obra de trece artistas, yo soy el coordinador general y uno de los artistas participantes. La exposición la integran Cinco ingleses: Beniamin Washington, Gayle Chong Kwan, Geoff Molyneux, Dave Lewis y Lin Holland; además de la japonesa Satomi Mataba; la alemana Margaretha Schóriirig; el canadiense Stan Douglas y los cubanos Wilfredo Prieto, Luis Gómez, Alexander Guerra y María Victoria Portelles (...) La idea es presentar la visión sobre el tema de la Bienal de artistas que residen y trabajan en el Primer Mundo, es decir, en países industrializados, donde se genera la globalización. Este tópico que trata la bienal se genera desde el Primer Mundo, por decirlo de alguna manera, y la idea de la exposición es hacer coincidir en un mismo espacio las perspectivas de estos artistas que viven y trabajan en territorios desarrollados, junto a los puntos de vista de los artistas cubanos; creando una especie de diálogo desde dos visiones aparentemente diferentes (...) Las obras escogidas tratarán el tema del Nuevo Mundo de muy diversas maneras. Una de las artistas inglesas, por ejemplo, trabaja con las comidas internacionales, de manera tal que en un área pequeña puedes recorrer el mundo a través del sabor. Otro de los artistas ingleses colecciona piedras de diferentes lugares del planeta y va armando una montaña con ellas e incita a toda la audiencia a que colaboren trayendo una piedra, de ahí el título de la obra, eminentemente interactiva, Moviendo montañas (...) El proyecto de Satomi Matoba, la japonesa, es totalmente digital, a partir de la manipulación de mapas en los que propone nuevos mundos. La obra de Wilfredo Prieto es bien mínimal: un chícharo con el mundo pintado. Mi obra, de 7 metros de altura y 35 metros de largo, es una visión un tanto apocalíptica: un gran tsunami que recorre parte de la exposición, como si fuera atravesándolo todo (...) La convocatoria de la bienal fue la que nos sugirió la idea de invitar a estos artistas. Empecé a buscar algunos que ya conocía y otros de los cuales tenía referencia. A partir de ahí fui enviándoles la primera idea que varió mucho de lo concebido al principio y lo que es ahora. Por lo tanto, es un proyecto hecho para la Bienal (...) Este sigue siendo un evento significativo, aunque se ha maltratado un poco en las últimas ediciones (...) El Pabellón Cuba fue la sede de la Primera Bienal de La Habana, por ello es un tremendo privilegio estar exponiendo aquí, estamos conscientes de eso y tratando de poner la exposición a la altura que merece la bienal y su gente (...) Es oportuno señalar que la exposición fue concebida para todo tipo de público, no se limita al entendido en arte sino que está pensada para atraer, además, al público no iniciado(...) Las bienales se han hecho ya una moda, hay bienales donde quiera: la del Fin del Mundo, la de Singapur, a de Estambul. Suman doscientas bienales en el mundo. Quizás prefiera el modelo, de la bienal al de la feria que es el que probablemente esté más en boga en los días que corren. Las ferias son más comerciales y banales, porque la bienal no tiene en su intención un fin lucrativo sino un fin de enseñanza, de mostrar lo que se está haciendo e incluso procura el aprendizaje y ojala siempre mantenga esa característica. Por otra parte, no siempre ves en las bienales a artistas reconocidos. A mi juicio la tendencia de mostrar los mismos artistas es un mal, (...) y ahí radica el gran fallo.